Escucha activa. Todos aprendemos a leer, escribir y hablar en la escuela, pero no existe una formación académica para aprender a escuchar. Todos hemos oído hablar de la escucha activa, "no es oir, es escuchar", pero no es sólo eso, es un proceso mucho más complejo. La escucha activa es una capacidad, y como tal, algunos nacen con ella y otros la pueden desarrollar. Requiere de un gran esfuerzo y sobre todo práctica, como cualquier otra habilidad. Para comenzar hay que modificar la forma de recibir la información que nos trasladan y para ello debemos abrir nuestra mente, esto significa dejar de pensar en lo que vamos a decir, como lo vamos a decir y en qué momento. Consiste en abandonar nuestro diálogo interior para centrarnos en el mensaje que nos están transmitiendo. Mientras que "escuchamos" debemos utilizar un lenguaje positivo con palabras cortas, que le hagan percibir que estamos entendiéndola, "ya", "bien", "entiendo", de acuerdo